martes, 1 de junio de 2010

Aprendes a querer y acabas con la almohada en la boca soltando un grito.


Quiero saber y no sé como llegar a esa perfección, de no equivocarme nunca. De saber dónde están los límites. De parar antes, porque todo puede llegar a más y entonces ya es demasiado tarde para frenar.
Cuando en una balanza hay la misma cantidad de amor que de odio, es más fácil darle unos gramos de más al odio, al menos más fácil que dárselos al querer, entonces es cuando la lías, al haber más odio que amor la gente no sabe perdonar.
Mi balanza esta equilibrada ,no porque sean las dos partes iguales sino porque tengo mil veces más amor que odio en ella.
Todo puede pasar, nada está escrito, aprendes a querer y acabas con la almohada en la boca soltando un grito...
Aprender a querer para que luego nadie te enseñe a olvidar.
Ser capaz de arrepentirte, y decir un lo siento, para que luego no sepan perdonar. Luego recuerdas que te decia te quiero y empiezas a pensar si era verdad o mentía.
Darlo todo y por un puto fallo perderlo. ¿Eso es amor? No creo que haya habido nada, no creo en nada, hoy en dia decir, es más normal que sentir. Por eso, es poco probable el que te lleguen a querer.
Te recordaré; no como a alguien que no me ha querido ni como alguien que me ha enseñado, sino como a alguien que me ha enseñado a no creer en NADA.

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