lunes, 15 de febrero de 2010

A veces me gustaría pintar mi vida de colores..



Me encantaría iluminarla con brillos fosforescentes poco a poco,sin perder atención a ninguna gotita de color, mimando cada forma y deleitándome en el arte de vivir.
Esa vida seria feliz, sería mi vida, como yo la quiero.
No por eso, debe ser perfecta pues alguna que otra manchita causaría discordancia en el cuadro. Pero serian manchitas de poca importancia, tal vez pequeñas lágrimas que opaquen algunos colores para que otros puedan brillar con más fuerza,quizás unas más grandes que otras, pero esas intentaría disimularlas, taparlas con colores alegres poquito a poco hasta que desaparecieran.
Pero no es así, no puedo hacerlo; porque mi cuadro no lo pinto solo yo. Hay quienes pasan dejando pequeñas pinceladas en él;algunas quizás sean tapadas por otros, otras quedaran siempre arriba e irán siendo renovadas, pero todas sean tan profundas que seguirán siempre ahí.
Esas manchas también serán de distintos tamaños, algunas fáciles de ocultar y otras difíciles de olvidar.
Pero habrán algunas que al intentar arreglarlas, solo podré esparcirlas más y más.
Así que llegara el punto en el que intentare no arreglarla más, para ir centrándome en poner color en otras zonas.
Para recorrer un kilómetro, debo comenzar con un paso,y el mío espero que sea el mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario